Los primeros billetes del ferrocarril


Desde hace unos meses venía dando vueltas a cómo entrar en una narración como ésta tras haber topado por causalidad con la página de Alberto Martín www.guagua.com sobre trenes y tranvías de Canarias y otras islas. Entre otros magníficos trabajos, hay uno que me llamó poderosamente la atención sobre la evolución de los billetes de transporte ferroviario. Y me parece que no hay nada mejor en la red sobre la historia de estos títulos y las distintas variaciones que se han producido en los dos siglos largos de transporte ferroviario.

Alberto Martín realiza un pormenorizado estudio sobre los billetes que lleva a categorizar en cuatro tipos bien definidos: placas de metal («metal tallies» y «tokens»), los de cartón tipo «Edmondson» , los tickets ferroviarios emitidos de forma mecanizada y los de tranvía. Quien más quien menos conoce a alguien que colecciona alguno de estos tipos de la clasificación, afición que en España recibe el curioso nombre de forondotelia, cuyo origen guarda relación, con el marqués de Foronda. Aunque inicialmente el nombre se aplicaba a la colección de billetes de tranvía, por extensión se aplica, además, a la de billetes, tarjetas o pases de cualquier medio de transporte.

La forondotelia, término que la RAE aún no ha incluido en su diccionario, recuerda al que fuera director del tranvía de la ciudad condal entre los años1904 a 1931 y en 1929 máximo responsable de la Exposición Internacional de Barcelona. Durante su mandato, Mariano de Foronda y González Bravo (El escorial 1873-Vitoria 1961) introdujo mejoras técnicas y de gestión en los tranvías, como la instalación de las paradas fijas (que hasta entonces se hacían a la discreción del conductor y del pasajero, a excepción de las paradas terminales y enlaces) los horarios y la numeración de las líneas. Y entre otras modernizaciones introdujo la numeración correlativa en los billetes.

Un siglo antes de que se popularizaran los billetes, las compañías ferroviarias se vieron obligadas a prescindir de los títulos e invitaciones que expedían a los viajeros, tal y como sus antecesores hacían en los servicios de postas y diligencias. El sistema obligaba a inscribir a los pasajeros con su filiación completa, lo que hacía engorroso y lento los trámites para el viaje. De esta forma, nacieron ‘los tokens’, considerados como los ‘primeros billetes’ de ferrocarril en Inglaterra, cuando se empezó a popularizar el uso del tren. Esas pequeñas placas metálicas estaban numeradas e incluían el nombre de la línea así como el destino del viajero. Al final del viaje eran nuevamente recogidas para ser utilizadas en otro transporte.

Originariamente ‘los tokens‘ (también llamados ‘metal tallies’, ‘checks’ o ‘motties’) fueron utilizados en las minas de carbón. Servían de billete de viaje para utilizar en las líneas férreas que transportaban a los trabajadores hasta la mina y, al mismo tiempo, servían como mecanismo de identificación en caso de accidente, ya que cada trabajador tenía asignado un «token» con su número correspondiente.

“Era necesario ofrecer una solución eficaz para atender la creciente demanda de pasajeros y fue Thomas Edmondson (1792-1851) el que desarrolló el primer tipo de billetes pre-impresos en cartón, que posteriormente podía ser validado”, explica en su página Alberto Martín. Esos tickets a los que se refiere el autor aún se expenden en pequeños ferrocarriles o bien se entregan, a modo de recuerdo, en los viajes que desarrollan algunas asociaciones de amigos del tren, como la de Azpeitia. Los más veteranos recordarán las taquillas de las operadoras y los pequeños tickets de cartón que eran compulsados con una especia de troqueladora donde constaba normalmente la fecha que daba validez para emprender el viaje. Y que era convenientemente ‘picado’ por el revisor mientras el tren seguía su programado curso. “Los ‘billetes edmondson’ han perdurado en la mayoría de las compañías ferroviarias hasta los años ochenta del siglo XX, cuando el uso masivo del ferrocarril obligó a mecanizar la emisión de billetes, aunque en algunos países los «edmondson» se han seguido utilizando en líneas comerciales hasta finalizar el siglo y, aún hoy, es posible adquirirlos en algunos ferrocarriles históricos o turísticos”, completa el autor canario.

Os recomiendo encarecidamente que sigáis leyendo las magníficas historia de guagua.com en la que se cuenta la evolución de los billetes de transporte. Hay detalles que os sorprenderán.

(Fuente http://www.guagua.com/encoleccion/Acoleccion10.asp)

Una respuesta a “Los primeros billetes del ferrocarril

  1. Buen tema¡,, El billete de portada es de uno de los Hermanos Pereira! Una joya, es del fondo del documental del Archivo Histórico Ferroviario, del Museo del Ferrocarril de Madrid

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